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Ampollas, peregrinos y coronavirus.

Publicado el 28/03/2020.


Cuando haces el camino de santiago, muy a menudo acabas con dolores musculares, lesiones, y sobre todo ampollas.

 

Los primeros días sobre todo, tus pies que no están acostumbrado a tantas horas de sobreesfuerzo y rozaduras por usar un calzado inapropiado responde con unas hermosas dolorosas ampollas.

 

Hay todo un mundo de gurús en el camino que te dicen cómo curarlas, todo el mundo sabe cómo solucionarlas pero casi nadie realmente tiene ni idea de como hacerlo.

 

La solución más común, la que todo el mundo usa y que es una tontería consiste en reventar la ampolla meter una aguj con un hilo y dejar ahí el hilo para que “drene”. Esto además de poder empeorar el asunto es poco higiénico y si al día siguiente sigues caminando probablemente te salgan más ampollas o ampollas sobre las ampollas, y esto para quien no lo ha vivido nunca es tan doloroso que te puede dejar fuera de juego en un par de días y que tires la toalla.

 

Yo que llevo caminando desde 2004 casi ininterrumpidamente por todo el mundo, sobre todo el camino de santiago hace años que encontré la solución perfecta.

 

La mejor opción es siempre, rellenar la ampolla con yodo y dejar el pie respirar y descansar unas horas, al día siguiente estás recuperado.

 

Este sistema requiere de o ser un manitas, o de una jeringuilla para inyectar el yodo, la forma más sencilla de hacer esta operación es ir a cualquier centro médico de cualquier pueblo del camino, y en unos minutos cualquier médico o auxiliar te puede hacer el apaño y más feliz que una perdiz y de paso te revisan un poco a ver como llevas el camino.

 

Cuando veo a un pobre peregrino prácticamente llorando en alguna cuneta, o a punto de retirarse por culpa de las ampollas les explico que lo que han hecho es una barbaridad (lo de meter el hilo) y que deberían llenarla de yodo, o mejor aún ir al médico.

 

Al principio cuando se lo decía, pasado un dia o dos me los encontraba de nuevo tirados en alguna cuenta, con las ampollas aún peor de lo que las tenían dos días antes, y cuando les preguntaba que porqué no habían ido al médico la respuesta me dejaba helado…. no van al médico porque es carísimo, no tienen seguro y no quieren gastarse tanto dinero.

 

Esto me pasó sobre todo con norteamericanos, pero también con peregrinos mexicanos y otros países donde la sanidad no es ṕública ni universal, sencillamente están acostumbrados a que la sanidad es sólo para los ricos o para cosas terriblemente serias de vida o muerte, no para que te curen cualquier dolencia y menos sin pagar un dineral.

 

Desde entonces cuando les recomiendo que vayan al médico les digo al final, AND IT’S FREE, entonces se les encienden los ojillos y cuando me los encuentro unos días después están terriblemente agradecidos. Técnicamente si eres extranjero y no tienes seguro de viaje, o algún convenio te deberían cobrar algo, como 30-40€ pero normalmente no te cobran ni eso.


He recordado esta anécdota viendo el documental de Sicko de Michael Moore que recomiendo estos días de coronavirus y la epidemia pegando terriblemente fuerte en EEUU, la de millones de americanos que no tienen seguro, 40.000.000 y los que aún teniendo no querrán o no podrán ir porque no pueden pagar la cura que como dicen es de 39.500 dólares, unos 35.000 euros al cambio. Y es que en Estados Unidos la prueba para saber si tienes coronavirus será gratis pagada por el estado, pero si tienes que curarte reza que lo cubra tu seguro. De hecho me suena hasta que subvencionan hacerte la prueba para luego hacer negocio las empresas privadas curándote.

28/03/2020
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