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Un cuento de súper ricos (III), el plan.

Publicado el 14/02/2020.


Un cuento de súper ricos (III), el plan.

 

 Un cuento de superricos 4 . VIRUS
Un cuento de súper ricos (III), el plan.
Un cuento de súper ricos (II), Realidad.
Un cuento de súper ricos (I), Ficción.

Reunidos los súper ricos y analizado el problema que ellos mismos han creado en el proceso de crear su riqueza, han hecho números.

Primero saben que llega el apocalipsis, esto es así, saben que ha sido el sistema que han defendido y mimado el que nos ha llevado a esto, saben que el consumo de bienes sin que haya un mañana, utilizando todos los recursos del planeta para fabricar y fabricar cosas y luego venderlas, ha generado las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminado los mares.

Por otro lado sus asesores, por el bien que les trae y para mantener sus puestos de trabajo que, por cierto, están muy muy bien pagados, han informado que la tasa de mortalidad de humanos llegará en 2050 al 50% y para 2100 sólo sobrevivirá el 20%.

Obviamente ellos esperan estar en este 20%, que para eso ellos y sus descendientes son los herederos de los dioses de otras civilizaciones antiguas.

Y ese es el quid de la cuestión, cómo sobrevivir ellos cuando son ellos los causantes de todo esto. Entonces sus expertos se ponen a elucubrar opciones.

Un cambio del sistema económico sería como chocar contra un iceberg, es un ataque frontal a su forma de vida y se cuestionaría su riqueza a nivel mundial, se pondrían trabas a su libertad de movimiento personal y capitales y podrían dejar de ser dioses en cuestión de horas en muchos países. Esto está totalmente descartado.

Pero claro ¿cómo solucionar todo esto sin cambiar de sistema? Si es inevitable que con tanta población el apocalipsis sea inevitable, una opción es ir reduciendo población, y para hacerlo hay varias opciones... pero en este cuento no entraré en detalles. Una reducción de consumidores además de que será inevitable es un mal menor si pueden seguir con sus creyentes de la religión capitalista: “tú también puedes ser como nosotros”.

Un régimen autoritario ha funcionado bien otras veces, usar estos regímenes para controlar los recursos de una zona está bien, incluso para luchar contra otros sistemas económicos como el comunismo, pero un régimen se les puede ir de las manos rápido, ya lo pasaron mal con Hitler, los regímenes están bien para “repúblicas bananeras” pero no para poder tener sus mansiones y su vida de semidioses porque en cualquier momento el caudillo de turno se las puede liar parda.

Y aquí llegan los asesores buenos, los que no son super ricos pero si están tan bien pagados como cualquier rico normal, estos frutos de la meritocracia si que tienen buenas ideas, o no, porque en el fondo acaban siendo como los chamanes y brujos que asesoraban a los reinos e imperios y que veían el futuro para dar bendiciones a decisiones y guerras... sea como sea, el plan que trazaron es el siguiente:

Controlamos los medios de comunicación, no es una idea, es una afirmación, con lo que el Titanic se puede estar hundiendo y nosotros decir que estamos llegando a Nueva York.

El siguiente paso es que la humanidad haga suya su lucha por sobrevivir CON EL CAPITALISMO. Y este es el matiz, al igual que Rousseau nos explicó que un reino para mantenerse en el tiempo debe de conseguir que los ciudadanos tengan la seguridad jurídica y la capacidad de poseer sus tierras aunque realmente fuesen de los reyes para así defenderlas y no traicionar al reino, el sistema se debería perpetuar si los ciudadanos se hacen responsables de defender el sistema que ellos mismos están destruyendo mientras enriquecen a los super ricos. Suena macabro, pero tal vez nunca lo ha sido, ¿no?

Entonces el plan es sencillo, otra cosa será cómo ejecutarlo, hay que hacer responsables a los ciudadanos de su propia salvación, por otro lado hay que mantener un clima de “aquí no pasa nada, vamos a solucionarlo, vosotros id decreciendo, pero no dejéis de consumir, ni cuestionéis nada”, básicamente no usando en prensa ni televisión las palabras CONSUMO, CAPITALISMO, al estilo 1984, ni por supuesto permitiendo que nadie hable de alternativas sociales. Mantendremos entretenida a la opinión pública como siempre hemos hecho, con cosas poco importantes, política, programas de televisión que te hagan más tonto y por supuesto, destruyendo la educación para reducir el análisis crítico de de la sociedad.

Friamos el cerebro de la gente con contenido superfluo en televisión, esto es muy eficaz con personas mayores y con jóvenes.

Controlemos los gobiernos de cualquier signo político para que no hablen de decrecer. Los ecologistas están bien, potenciemos a través de las ONGs su discurso para que no cuestionen el sistema, si no que den las opciones que queremos.

Controlemos los movimientos sociales, que no nos pillen al traspié, llevamos 100 años estudiando cómo se crean y cómo la personas tienen un irracional instinto de seguir a un líder. Promocionemos adecuadamente a los líderes que nos interesan y mantengamos en la más absoluta oscuridad mediática a cualquier voz que sea molesta.

Los medios hablarán de lo que nos viene encima, porque es inevitable, no podemos esconder lo que van a ir viendo por ellos mismos, pero lo iremos mezclando como si fuese un remedio homeopático hasta que no quede nada del verdadero problema.

Por ejemplo, crearemos un enemigo de paja, el CO2, y la lucha contra este enemigo mantendrá a la gente entretenida, ya tienen un culpable, un gas invisible e inodoro que nos está matando, ahora necesitamos a un Don Quijote, alguien que luche contra los gigantes, por ejemplo... alguien puro, inocente... pero que no se nos pueda salir del guión... en fin esto lo dejamos para luego, iremos viendo quien tiene posibilidades…

Ya tenemos un enemigo y un héroe salvador. Por otro lado hay que ir induciendo en la población ideas para que se autorregulen, para que cuando alguien cuestione el sistema, nuestros “aliados pobres” solucionen desde su casa los problemas de opinión pública. Para ello es imprescindible la estupidificación, es decir reducir el espíritu crítico y la comprensión de la realidad, sobre todo de los jóvenes. La contaminación ayuda por cierto pero hay otras formas de conseguirlo no muy legales.

Hay que controlar que la educación sea lo más estúpida posible, realmente nos ha ido bastante bien desde el siglo XIX cuando la alfabetización fue un recurso para tener mano de obra formada. Promocionaremos canales de youtube estúpidos y cerraremos los incómodos. Empezaremos a modificar el cine y las series de televisión para que la violencia ejercida por la ley sea lo correcto, y los malos sean los disidentes. Los buenos deben ser militares, tios mazados, agentes de la CIA, o grupos paramilitares que hacen lo mejor por la nación mientras los demócratas no hacen nada, y los enemigos... ¡uf! ya, es que todos son aliados... ya no podemos poner a los chinos porque su mercado nos interesa para vender películas, ni a los alemanes del este porque se han reunificado... ¡ah sí!, pueden ser los ecologistas radicales que quieren exterminar a la población con un virus letal y así salvar el planeta de los humanos, dos pájaros de un tiro, ya tenemos otro enemigo de paja. Se acabó el buenrollismo de los 80 donde los buenos respetaban la vida. Los Stormtroopers de la guerra de las galaxias cambiarán el brazo derecho por el izquierdo y Han Solo vuelve a disparar primero. Las universidades no deben formar a hijos de pobres.

Y lo más importante, hay que evitar el pánico. Los próximos 20-30 años hay que mantener la calma, que vayan muriéndose sólos por culpa del calor, del frío, o por virus, pero que no entren en pánico y dejen de consumir y plantearse cosas, las medidas serán tomadas pero habrá que endulzarlas con eventos irremediables, usando la doctrina del shock, terrorismo, pandemias servirán para reducir las libertades sin que parezca parte de un plan.

Para ello vamos a dar ESPERANZA con soluciones que sabemos no son suficientes, energías renovables, nucleares, coches eléctricos, petróleo con fracking, y fomentaremos el magufismo, haremos programas de tv y canales que hablen de aliens y chemtrails como los culpables de todo, esto no será para un público mayoritario, pero sí para un 5% que prefieren vivir esa realidad.

Las religiones, ¡acotadas!, no queremos que otros aprovechen la coyuntura para ganar poder, nosotros -los dioses- nos alimentamos de la creencia de que tú puedes ser como nosotros y debes aplastar a los que te rodean si es necesario para conseguirlo, y esa es la única religión, tener más y más, no queremos competencia con otros dioses.

Hablaremos de las bondades de climas cálidos y las nuevas oportunidades que se abren ante nosotros como el paralelo 60 que será un lugar fértil y agradable para vivir.

Y por supuesto seguir creando riqueza con todo esto, que ese 20% que sobreviva en 2100, trabaje para nosotros.

FIN.

PS: Esto es solo un cuento, probablemente todo sea más estúpido y aleatorio que un plan de súper ricos, pero seguro que algo de verdad tiene. Recomiendo leer también mi cuento “Paralelo 60”.

14/02/2020
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